Esta es la primera vez que se le dedica una exposición que mira más allá de la bella mujer con expresión profunda y triste, para mostrar sus obras, su interés por el dibujo, la caricatura, la ciencia, su incursión en la literatura y el cine, así como el personaje que construyó y proyectó como modelo para destacados fotógrafos, entre ellos Edward Weston y Antonio Garduño.

El Museo Nacional de Arte (Munal) trae a sus muros una muestra sobre la artista María del Carmen Mondragón Valseca (1893-1978), mejor conocida como Nahui Olin. A través de más de 250 piezas entre pintura, acuarela, dibujo, caricatura, fotografía y documentos, se convierte en la primera exhibición razonada sobre esta artista enigmática de la primera mitad del siglo XX. Estará abierta al público del 15 de junio al 9 de septiembre.

“Siempre que se habla sobre Nahui Olin, en cualquier libro de historia del arte, se la menciona como amante de Gerardo Murillo Dr. Atl, como una mujer hermosa, sin hacer un estudio puntual acerca de su plástica, su literatura, incluso de ella como modelo”, señaló  Mariano Meza, curador de la muestra junto con el investigador Tomás Zurián.

“Ver su obra nos permite darnos cuenta de la importancia que tiene dentro de la historiografía mexicana. Ella tenía toda una teoría sobre color y las formas que no ha sido analizada y  revisarlo en posteriores investigaciones, nos dará luz no solo de su creación, sino de todo lo que estaba sucediendo en ese México de 1920.

“El principal objetivo es revalorarla como artista. Si bien queríamos presentarla en su contexto y diversas facetas, queríamos resaltar que ella tuvo ese interés y formación artística y no fueron sus relaciones con Manuel Rodríguez Lozano ni con Gerardo Murillo lo que la hizo tomar el pincel. Ella tenía una teoría, sus obras plásticas están basadas en la perspectiva curvilínea, que después desarrolló hasta crear formas distintas.

“Esta es una revisión que abre rutas para continuar estudiándola”, puntualizó Mariano Meza y detalló que hasta ahora las investigaciones realizadas sólo abordan su vida. “Me atrevo a decir que esta es la primera vez que se está realizando un estudio formal de su obra, más allá de su personaje”.

La exposición reúne obras provenientes de diversas instituciones públicas, sin embargo, gran parte de la muestra pertenece a coleccionistas particulares. Su obra Plaza de toros cuenta con cerca de cuatro versiones, una de ellas es del Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la cual fue dada por la artista a Rivera debido a su amistad.

De acuerdo con  el curador Nahui Olin fue una artista de su tiempo: “Me llama la atención cuando dicen que es una artista adelantada. Creo que fue una artista de su época, pero con la vorágine del muralismo y la escuela mexicana no volteamos a ver estos otros discursos que ocurrieron a la par. Fue una mujer que exploró acerca de la ciencia, de la síntesis, con la cámara fotográfica, el cine. Ella estaba totalmente convencida de que, en el momento en que surgieran más plataformas, ella se podría sumar a ellas y continuar creando. Es una artista de su época, que creó a partir de ella”.

En su turno, la directora del Munal, Sara Baz, resaltó que “este es un tributo a una figura que nunca fue considerada como una artista, sino como un personaje subsidiario a una serie de artistas y personajes del ámbito de la cultura de principios del siglo XX. Con esta curaduría su obra brilla con luz propia”.